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Todavia oigo tu voz como si estuvieses ami lado.

sábado, 18 de junio de 2011

Un recuerdo que cambia todo.

No hay nunca un porqué para un recuerdo. Llega así, sin pedir permiso. Y nunca sabes cuándo se marchará. Lo único que sabes es que lamentablemente volverá. Aunque por lo general son instantes. Y ahora sé como hacerlo. Basta con no detenerse demasiado. En cuanto llega el recuerdo, hay que alejarse rápidamente, hacerlo enseguida, sin miramientos, sin enfocarlo, sin jugar con él. Sin hacerse daño.

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